sábado, 22 de abril de 2017

Adiós a mis ángeles de 4 patas

Hola, escribo esta entrada sólo para desahogarme, siento mucho no estar tan activa en twitter ni tampoco estar actualizando mis páginas de facebook, pero he estado pasando momentos difíciles. En mi ciudad hay una epidemia de moquillo canino o distemper (dicen los rumores que el gobierno propagó el virus a propósito para eliminar a los perros callejeros, espero que no sea cierto), y mis dos perritas se infectaron porque un callejerito enfermo fue a la casa a refugiarse del sol y a tomar agua y alimentos, ese perrito superó la enfermedad y aún sigue yendo a la casa por agua y comida.

Una de mis perritas, Ponyo, falleció muy rápido, apenas sufrió la primera etapa de la enfermedad, murió en mis brazos, pero la otra perrita, Osita, lucho por dos meses pero debido a una enfermedad que contrajo de cachorrita, su sistema inmunológico no pudo vencer al virus, tuve que eutanizarla anoche, me partió el corazón en mil pedazos, pero ya no podía permitir que siguiera sufriendo de esa manera, lloraba mucho de dolor, los medicamentos no la aliviaban y estaba empeorando cada día más, así que tomé la decisión más dolorosa que he tomado en mi vida y la dormí para siempre.

Por momentos me siento culpable por eutanizarla porque pienso que quizá se hubiese curado más adelante ,pero otras veces me siento culpable por no haberla eutanizado antes, porque por no querer perderla permití que sufra horriblemente, especialmente la última semana que tenia dolores espantosos.

Lo único que me tranquiliza es que hice todo lo humanamente posible por salvarla, la última semana ni siquiera dormía, la tenía en mis brazos toda la noche cantándole para tratar de calmarla, le daba sus medicinas, la alimentaba, la limpiaba y le di mucho amor, gaste todo mi dinero en consultas al veterinario y en sus medicamentos y aún así no pude salvarla. Pagué muy caro mi negligencia, pensé que sólo de cachorritas las tenía que vacunar pero dice el veterinario que es cada año durante toda su vida.

Ahora cuando llego a la casa después del trabajo ya no hay nadie que nos reciba con efusiva alegría, ya no hay nadie que imprima sus patitas sucias en nuestra ropa ropa, ya no hay nadie que a lengüetazos elimine el mal sabor de un día difícil, ya no hay nadie que nos robe sonrisas con sus increíbles ocurrencias. Se que ahora ellas están navegando a salvo a un lugar que las merece más, espero tener la dicha de volver a verlas en otra vida.

Si algo aprendí de esta horrible experiencia es que cuando algún ser querido parte de este mundo, ya sea un amigo, un familiar o una mascota, lo único que te queda es lo que tú le diste mientras vivía, todo el amor, la paciencia, las alegrías, los besos que le diste, las sonrisas que dibujaste en su rostro, es lo único que te da consuelo y te permite seguir adelante. Y cuando te toque partir, lo único que te llevarás es lo que tú le diste a los demás, esa es la esencia de tu ser que permanecerá en la eternidad.

Adiós a mis angelitos de 4 patas, su partida ha dejado un vacío en nuestra familia pero sus recuerdo permanecerá en  nuestros corazones, nunca las olvidaremos :'(

RIP Osita

RIP Ponyo




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...